LA RECOMPENSA DE QUIEN TRABAJA

Ayer hablé con uno de mis jugadores cadetes, digamos que es el jugador número 12, un chaval con mucho tesón, muchas ganas de hacerlo bien, con una capacidad de lucha increíble, pero que en los partidos se bloquea y no es capaz de sacar todo el baloncesto que lleva dentro, mis palabras fueron las siguientes:

Entraste al equipo después de que me lo pensara mucho y de barajar muchas posibilidades, en el primer partido de liga no jugaste ni un minuto, pero seguiste trabajando, luchando en cada entrenamiento por ser mejor cada día, por aportar tu talento al equipo. En cada partido has participado con más minutos y tus aportaciones al equipo han sido siempre ascendentes. En los entrenamientos haces cosas que el resto del equipo aplaude, pero debes de ser capaz de aprender a plasmarlo en el día del partido, para evolucionar en este mundo del baloncesto, debes de ser capaz de tener el mismo desparpajo en los partidos que en los entrenos y creerte que eres capaz. Durante toda la temporada te he dicho que estás en este equipo por méritos propios y que tienes muchas cualidades que tú mismo desconoces, por eso el sábado, en el último partido de liga, vas a ser titular, porque te los has ganado a pulso, porque has evolucionado de no jugar ni un minuto a ser titular, porque debes de creerte de una vez por todas que eres una parte fundamental del equipo cadete 96, a pesar de haber nacido en el 97, que terminar la liga de titular significa que has hecho un trabajo magnífico y que es hora de que te lo creas y que seas capa de plasmar ese magnifico jugador que llevas dentro en la pista el día del partido....

En días anteriores le dí la enhorabuena a otro de mis jugadores, otro nuevo en el quinteto titular, un chico pequeño, pero con una velocidad impresionante. Le dí la enhorabuena por hacer un partido de ensueños, con jugadas impresionantes, por sus piruetas varias, por no tener miedo de nadie ni de nada, por hacer en un partido lo que nosotros disfrutamos en cada entrenamiento. Es una delicia verle jugar y cada día tenemos que aplaudirle en más de una ocasión sus imaginativas piruetas. Es un chico humilde que jamas pensará que es un gran jugador, él cree que todo lo que hace es fruto de la casualidad y de su velocidad, pero es un espectáculo verle en cada entreno y te quedas esperando a ver que es lo que inventa en cada entrada a canasta.

En muchas ocasiones uno aprende más de sus jugadores que los jugadores de uno, es curioso como son capaces de hacer todas sus acciones con la mayor naturalidad, sin dar importancia a las jugadas que hacer, pero no son sus acciones su nota característica, también sus comentarios y su forma de afrontar cada ejercicio es digno de tenerlo en cuenta. Nunca dejan de sorprenderme, son capaces de hacerme pensar con cualquier comentario, con cualquier gesto, es una delicia entrenar a chicos de estas edades, son pequeños hombres a medio hacer...

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