LOS SACRIFICIOS DE HACER DEPORTE

Andamos ya... por decirlo de alguna forma, avanzada la temporada, con unas sensaciones que parecen positivas, pero que en el día a día me resulta chocante y al mismo tiempo normal. Un equipo éste formado por gente muy joven, con su primer año de senior y que se están encontrando a equipos muy veteranos, con muchos años de senior y que se las saben todas. Pero no quiero hablar de este tema hoy, será motivo de otra entrada a posteriori.

Quisiera hablar del aporte mental y psicológico que conlleva jugar en una competición federada, no debemos olvidar que participar en una competición requiere de unos sacrificios, que en muchas ocasiones, son difíciles de asumir: La pareja, los estudios en el caso de mis jugadores, el cansancio que supone los entrenamientos, los desplazamientos a los partidos y entrenos, jugar pocos minutos, jugar muchos, ganar, perder, los árbitros, que te hagan daño, lesiones, etc.

Son sacrificios que los jugadores que llegan a senior ya están acostumbrados y los tienen muy asumirlos, y más en nuestro caso que son los propios jugadores los que han montado el equipo y han querido revivir las sensaciones de cuando eran junior. Por eso me sorprenden algunas actitudes que más bien tienen que ver con esa etapa más con esta que se supone que hay que tener muchas cosas claras de lo que es y el sacrificio que conlleva jugar en una competición como en la que estamos (senior).

No cabe duda que aquí todos sacrificamos muchas cosas, le dedicamos el tiempo que no tenemos y le echamos más horas de las que necesita esto. En nuestra conciencia hay un algo que nos dice que lo debemos dar todo para que por nosotros no quede, si no conseguimos las victorias que esperamos que no sea porque no lo hemos trabajado. 

Pero ahora me refiero a todo el equipo, a los jugadores siempre les hablo que formamos un equipo, incluido yo, no tengo la verdad absoluta de todo y todos tenemos que arrimar el hombro para que este gran barco llegue a buen puerto. Debemos sumar todos y debemos aportar todos toda la energía que sea necesaria, incluso más. Aportando ilusión, dedicación, entrega, optimismo, sacrificios... los que sean necesarios y sobre todo buen talante para superar todas las adversidades que se presenten delante nuestra.