Toca ahora pensar en la temporada que viene, sí aunque a esta le quedan ciertas jornadas y algún play off que otro ya estamos preguntándonos que equipo nos vendría bien para el año que viene, nuestro director deportivo anda liado preguntando a todos los entrenadores del club sus preferencias para la temporada próxima. Yo espero no equivocarme como este año y elegir bien las opciones que tengo delante (ehhh explicaré bien lo de la equivocación de este año, lo digo porque este año acepté la oferta de llevar el infantil femenino y al final no salió y me quedé sin equipo en las primeras de cambio) lo que sí tengo claro es que me quiero acompañar de uno de los entrenadores que más proyección tiene en la EBS y no es otro que Lukas Pérez, ya lo hemos hablado y ha aceptado ser mi segundo en el proyecto que empiece, me gusta sentirme cómodo con la gente que trabajo y Lukas aparte de ser un gran entrenador es mejor persona y uno de los jóvenes que más interés le pone a esto del basket.
Los años que llevo como segundo entrenador han sido muy enriquecedores, he aprendido muchas cosas, le debo lo que sé de baloncesto a los entrenadores con los que he estado, lo bueno y lo malo hay cosas que no me gustan de mis primeros entrenadores y hay muchas otras que admiro.
Voy a hacer un pequeño recordatorio de los entrenadores con los que he estado.
Javi Vargas: 2007-08 Por aquel entonces yo era árbitro colaborador de la EBS, tenía una pequeña función en el equipo del primera autonómica, acompañaba en los partidos al primer entrenador para asesorar sobre las decisiones arbitrales. Javi me comentó que estaba buscando un segundo que le ayudara con el equipo, dicho y hecho empezamos a entrenar juntos. Yo no sabía que ese equipo estaba llamado a hacer historia, Javi me parecía buena gente y decidí embarcarme en esa aventura para probar. Vargas nunca lo dirá pero esos primeros entrenos fueron un verdadero desastre, yo no tenía ni idea y más que ayudar entorpecía, pronto hice amistad con los jugadores y entablamos un ambiente muy agradable, luego me enteré que era eso lo que necesitaba el equipo, cohesionar los diferentes líderes del equipo en un proyecto común. Javi me enseño muchas cosas, sin saberlo, sobre todo pude aprendí de él que para jugar rápido hay que entrenar rápido, si queremos que nuestros jugadores sean ágiles en los partidos lo tienen que ser siempre, también me enseño que unas pequeñas dosis de disciplina es suficiente para llevar a un equipo y que una buena persona puede ser un excelente entrenador. De Javi he aprendido a trabajar duro para conseguir los objetivos, a luchar por lo que quieres, a confiar en tus jugadores, a ser humilde pero pegando fuerte, a no agacharte ante nadie ya sea C.B. Murcia o Perico el de los Palotes.
Rubén Fariñas: Es la psicología personalizada, lleva a sus equipos a unas complicadas estrategias donde el objetivo primordial es la de engañar el contrario. Hace crónicas falsas, no jugaba con "los buenos" en momentos claves para no dar pistas al contrario, no cierra actas (ganar por más de 50 puntos) para que el contrario piense que no son buenos, etc. Es una estrategia tan complicada que al final desesperaba a jugadores, a padres y a mi mismo. Pero Ruben es un excelente entrenador capaz de sacar lo mejor de cada jugador y de transmitir la tranquilidad suficiente como para ganar a cualquiera en cualquier momento, tiene unos muy buenos conocimientos de baloncesto y sabe transmitirlos. Yo tengo que agradecerle el que me tratara como un igual, nunca tuvo un trato de primer entrenador, él siempre tuvo claro que mi implicación con el equipo era total y nuestra relación fue muy fluida, a pesar de los chistes malos que me contaba que es lo peor de Rubén. De él he aprendido a respetar a los árbitros y al contrario, a estar sereno en las peores situaciones, a ser humilde, a que la psicología no es para el baloncesto, a ser respetado por lo que haces no por lo que dices.
Moises Navarro: Es la disciplina personalizada, puestos a personalizar, la exigencia en grado sumo, lleva a sus equipo a los extremos tanto físicos como psicológicos. No voy a descubrir a Moi ahora, es el mejor entrenador de técnica individual que yo he visto, con un conocimiento del baloncesto muy amplio, por su formación como entrenador y como jugador. El potencial de los equipos de Moises se debe medir a años vista, en una temporada sus equipos no pueden dar todo su potencial, es un entrenador que pone mucho énfasis en la técnica individual. Es capaz de sacar lo mejor de cada jugador y lo peor, estira tanto la cuerda que al final se rompe y a veces le da en la cara. Nuestra relación venía de muy atrás y a pesar de los malos momentos que vivimos juntos y separados, gracias a Dios, hemos seguido siendo buenos amigos. De él he aprendido muchas cosas pero la que más es que en la repetición es donde se interiorizan los conceptos.
Eduardo Noguera: Es el entrenador en persona, se toma esto más en serio que cualquier otra cosa en su vida. Se conoce su oficio a la perfección y lleva en su cabeza, que es un ordenador, todas las plantillas de todos los equipos de 1ª autonómica. Es una persona coherente con sus decisiones, fiel a sus principios que no rompe por nada del mundo. Es capaz de crear un ambiente propicio para que cada jugador dé todo su potencial, respetuosos con todos y exigente, casi nunca pierde la compostura. Es el mejor entrenador con el que he estado y al que le debo gran parte de mis conocimientos baloncestísticos. Me dio la oportunidad de ser uno más del cuerpo técnico y siempre le estaré agradecido por eso. De Edu he aprendido a llevar a un equipo, a armonizar los esfuerzos, a delegar, a saber más que nadie porque es necesario, a ser amigo de tus contrarios, a ser el mejor amigo de tus compañeros.
1 comentarios:
Somos lo que vivimos, lo que experimentamos y sentimos. O eso decía Hume. Tu, aunque creas a veces que no, has vivido mucho y detrás de esos grandes entrenadores has aprendido mucho y enseñado mucho también.
El año que viene, si todo va bien, serás tu el que enseñe en primer plano. Tienes tanto que decir que seguro que te faltan entrenamientos, así que estructuralo bien eh.
Además, tu gran virtud va más allá del puro baloncesto. Tu gran virtud es la personalidad que tienes. Eres grande, muy grande como persona. Jamás cambies eso.
Un abrazo amigo.
Lucas.
PD: ve preparándome el contrato que yo si no hay firma nada eh jajaja.
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