UN GRAN SALTO

Quisiera hablar hoy de los entrenadores de baloncesto de jugadores infantiles, ya que esa edad o esa categoría creo que es la más complicada, porque se dan unos cambios el la estructura del jugador importantes y que se deben de tener en cuenta, hay un aumento del ritmo de crecimiento y el control de movimientos habituales se escapa al control y nos encontramos que chicos que en edad mini eran unos verdaderos artistas del balón, se encuentran, en el plazo de dos meses, que ya no tienen armonía, coordinación y equilibrio. A estas edades el jugador conoce mínimamente los movimientos que pueden realizar con su cuerpo en el espacio y en el tiempo, no poseen una gran fuerza de lanzamiento, ni de salto, no son resistentes, ni rápidos, ni coordinados. 

No nos damos cuenta pero en la mayoría de las ocasiones no están capacitados físicamente para ejecutar y cumplimentar determinados gestos y movimientos, por lo tanto ¿hay que enseñar los ejercicios como algo mecánico o hay que enseñar a entender el porqué de un gesto o de un movimiento, cuando se debe ejecutar y cómo debe ser ejecutado? hay que evitar pretender de los chicos gestos o movimientos perfectos, dado que en muchas ocasiones las estructuras del cuerpos no se lo permite. En este periodo no hay que exagerar con la búsqueda de la perfección de los gestos y los movimientos, ni tampoco con los esquemas rígidos de juego, ni con la especialización de los puestos.

En estas edades un entrenador debe de tener un gran entendimiento de los jugadores que tiene enfrente, en todos los aspectos afectivos, educativo, sociales, motores, etc. Se debe impedir a toda costa métodos de entrenamiento válidos para grandes equipos pero que no lo son para equipos de estas características. Debe de enseñarse de forma global, de los más simple a los más complejo, de los conocido a lo desconocido; el entrenador debe de estar motivado y motivar utilizando una comunicación no solo verbal y sobre todo métodos de enseñanza apropiados para estas edades, debe saber expresarse adecuadamente pero no excederse en las explicaciones, debe tener la capacidad de tener distintas estrategias para conducir un entrenamiento, tener un as en la manga , por falta de jugadores, lesiones, etc. No debe ser aburrido, debe ser decidido pero no autoritario, debe tener cuidado en las correcciones y realizarlas de forma apropiada, debe ser paciente y no esperar resultados a corto plazo, debe reaccionar con el grupo, como si todos fueran la misma cosa y sobre todo debe tener sentido común, el menos común de todos los sentidos. 

Por lo tanto el entrenador ha de tener carisma y fomentar el interés y la curiosidad proponiendo ejercicios siempre distintos y con muchas variantes y con creatividad, fomentando la atención que es fundamental para el desarrollo de cualquier actividad.

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